Donald Trump se acogió el miércoles a la Quinta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, la cual protege de la autoincriminación, y no quiso responder a preguntas bajo juramento en la ya larga investigación civil de la fiscalía de Nueva York sobre sus negocios inmobiliarios, informó el expresidente en un comunicado.
Alrededor de una hora después de llegar a las oficinas de la fiscal general Letitia James en Manhattan, Trump anunció que se negó “a responder a las preguntas de acuerdo con los derechos y privilegios que la Constitución de Estados Unidos otorga a todos los ciudadanos”.
“Una vez pregunté: `Si eres inocente, ¿por qué te acoges a la Quinta Enmienda?’ Ahora sé la respuesta a esa pregunta”, agregó Trump en el texto.
“Cuando tu familia, tu empresa y todas las personas que te rodean se han convertido en el objetivo de una infundada cacería de brujas por motivos políticos apoyada por abogados, fiscales y los medios de noticias falsas, no tienes otra opción”.
Durante las más de seis horas que pasó en las oficinas, Trump usó Truth Social, la plataforma de redes sociales que fundó, para criticar la decoración —“muy lujosa, hermosa y costosa”— y para insinuar que la fiscalía estaba perdiendo tiempo investigándolo en lugar de enfocarse en el crimen en la ciudad de Nueva York. Pero después de salir del lugar alrededor de las 15:30, describió el encuentro como “muy profesional” y elogió a su “fantástica” compañía.
Por muy vocinglero que haya sido Trump al defenderse en declaraciones escritas y durante mítines, los expertos legales señalaron que responder preguntas en una deposición era arriesgado debido a que cualquier cosa que dijera podría ser usada en su contra en una investigación penal paralela de la fiscalía de distrito de Manhattan.
La Quinta Enmienda protege a las personas de ser obligadas a testificar en su contra en un caso penal. Además, en caso de que la investigación de la fiscalía general resultara en un caso civil contra Trump, y fuera a juicio, se le podría informar al jurado que se acogió a la Quinta Enmienda. El profesor de derecho de la Universidad de Nueva York Stephen Gillers quedó sorprendido de que Trump lo haya hecho, considerando su experiencia previa al momento de dar testimonio bajo juramento fuera de un tribunal.
“Él siempre se ha enorgullecido de su habilidad para forcejear con los abogados y a la vez evitar mentir”, comentó Gillers.
“Tal vez sus abogados temieron que su impetuosidad lo pusiera en peligro”. Trump ha pasado por muchas tomas de declaraciones desde que era empresario inmobiliario. A veces parecía disfrutar de ellas: por ejemplo, dijo que le complacía “haber tenido la oportunidad de relatar su versión” en octubre, en una demanda entablada por manifestantes que dicen que sus guardias personales los maltrataron frente a la Torre Trump en 2015. Aun así, Trump se acogió a la Quinta Enmienda para negarse a responder 97 preguntas en una declaración por divorcio en 1990. Se dejaron mensajes en la oficina de James en busca de comentarios.
Los eventos del miércoles se desarrollaron apenas dos días después de que agentes del FBI allanaron la finca de Trump en Florida, como parte de una pesquisa federal no relacionada para determinar si se llevó documentos confidenciales cuando salió de la Casa Blanca. La investigación en Nueva York está encabezada por la demócrata James, quien ha dicho en documentos ante la corte que su oficina ha descubierto evidencia “significativa” de que la compañía de Trump engañó a prestamistas y a las autoridades fiscales sobre el valor de sus activos más preciados, como campos de golf y rascacielos.
La compañía, la Organización Trump, incluso exageró el tamaño del penthouse de Trump en Manhattan, asegurando que era casi tres veces mayor al tamaño real, una diferencia de alrededor de 200 millones de dólares en valuación, indicó la oficina de James. Trump ha negado las acusaciones, asegurando que buscar las mejores valuaciones es una práctica común en la industria de bienes raíces. También acusó a James, quien es de raza negra, de racismo por abrir la investigación. En mayo, la fiscalía dijo que estaba llegando al final de la pesquisa en contra de Trump, su compañía o ambos. La deposición del multimillonario republicano era una de las pocas piezas faltantes.
La fiscalía podía decidir interponer una demanda en busca de sanciones financieras en contra de Trump o su compañía, o incluso para prohibirles que se involucren en ciertos tipos de negocios. Dos de los hijos adultos de Trump, Donald Jr. e Ivanka, rindieron declaración como parte de la investigación en los últimos días, según dos personas al tanto del asunto, que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizadas a hacerlo en público.
Se desconoce si alguno de ellos se acogió a la Quinta Enmienda. Su hermano, Eric Trump, lo hizo en más de 500 ocasiones durante una deposición como parte de la misma investigación en 2020, según registros de la corte. Por lo general, las personas no tienen el derecho constitucional a evadir preguntas en una demanda civil, pero el equipo de abogados de Trump luchó durante meses contra los intentos de James de interrogarlo, alegando que la investigación paralela de la fiscalía de distrito creaba un riesgo de que Trump pudiera enfrentar cargos penales. Abogados en la oficina de James han colaborado con esa investigación criminal.
El juez de Manhattan Arthur Engoron falló que la oficina de James tenía el “claro derecho” de interrogar a Trump y a otros directivos de la compañía, aunque Trump también tenía el derecho a negarse a responder preguntas debido al caso penal. La pesquisa penal parecía dirigirse a una posible imputación penal, pero se estancó después de que el nuevo fiscal de distrito, el demócrata Alvin Bragg, asumió el cargo en enero.
Se disolvió al jurado investigador que había estado escuchando evidencia. El fiscal principal que estaba a cargo de la pesquisa renunció después de que Bragg planteó dudas internas sobre la viabilidad del caso.
Bragg ha dicho que la pesquisa continúa. La investigación de la fiscalía de distrito ya ha resultado en cargos penales en contra de la Organización Trump y de su director de finanzas, Allen Weisselberg, quienes están acusados de fraude fiscal relacionado con las prestaciones complementarias que ofrecía la compañía. Weisselberg y los abogados de la empresa tienen programado presentarse el viernes en el tribunal para argumentar que el caso debería desestimarse.