El yate de lujo “Fliying Fox”, vinculado a un oligarca ruso, abandonó este viernes el puerto de Santo Domingo, donde ha permanecido retenido un mes en virtud de una investigación sobre presunto lavado de activos y tráfico de armas.
La embarcación zarpó a las 11.24 de la mañana y navega con rumbo sur, con destino desconocido, según se puede observar en una página de tráfico marítimo vía satélite.
Las autoridades dominicanas no han dado detalles del motivo de la liberación del yate, que llegó al puerto de la capital dominicana el pasado 21 de marzo.
El yate fue retenido “en virtud de una cooperación jurídica formal” hecha por Estados Unidos y “en virtud de los acuerdos internacionales de lucha contra la criminalidad y el delito”, señaló el Ministerio Público dominicano el 1 de abril.
El pasado 25 de marzo, agentes de la oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos (HSI, por sus siglas en inglés) visitaron el yate acompañados de oficiales de diversos organismos dominicanos, sin que se hayan facilitado mayores informaciones al respecto.
El “Flying Fox” es uno de los yates de recreo más lujosos del mundo, pertenece al empresario ruso Dmitri Kamenshchik, propietario del aeropuerto Domodedovo de Moscú, según la revista Forbes.
A raíz de la invasión rusa de Ucrania, Estados Unidos aprobó diversas sanciones que afectarían a empresarios cercanos al presidente ruso, Vladímir Putin, muchos de ellos propietarios de embarcaciones de lujo.