Memphis Grizzlies continúa hacia adelante en una temporada que está a un palmo de ser única. Ganaron por la mínima en San Antonio a los Spurs (112-111) y suman 54 victorias con cinco partidos aún por disputarse.
Es la tercera vez en la historia de la franquicia que llegan a esos guarismos de triunfos (la última vez, en 2015 con Marc Gasol) y está a dos de igualar el mejor récord de siempre (2012). Phoenix, Utah, Denver, Nueva Orleans y Boston son los próximos rivales de un equipo que es por primera vez campeón de la División Sudoeste y que ha asegurado la segunda posición en la Conferencia Oeste.
Nada mal para un grupo joven que lleva seis partidos sin su gran estrella: Ja Morant. El base, uno de los grandes reclamos de la Liga, lleva seis encuentros fuera por culpa de la rodilla… y a Memphis le ha dado absolutamente igual. Ha ganado los seis y ha aumentado a 19-2 su balance a favor sin su jugador franquicia en pista. Cualquier equipo habría sucumbido, este no, con Jones anotando esta madrugada 25 puntos y con un 48,4% de acierto en tiros de campo. En triples, un 41% (16/39). Nada mal. Brooks se disparó a los 21, mientras que Bane (16), Melton (16) y Clarke (10) hicieron 10 o más tantos. Casi nada.
El fallo de Keldon Johnson
El duelo se resolvió en los últimos cinco minutos. Bueno, más concretamente, en el último minuto. Los Grizzlies, con control siempre en el marcador, se pusieron 8 arriba (102-110) con 3:40 por disputarse tras una canasta de Jones. Desde ahí, San Antonio se arremangó y se puso manos a la obra para dar la vuelta al duelo. Murray y Keldon Johnson acercaron a los Spurs a tan solo 1 (111-112) con 27 segundos por delante. Memphis falló el siguiente ataque, pero Johnson también: penetró hacia canasta con carril libre, pero erró la bandeja.
Esta derrota corta una racha de cuatro victorias seguidas de San Antonio, que de tanto remar había alcanzado a la 10ª posición del Oeste. La última plaza para un play in que estaba en sus manos, arrebatándoselo a unos desquiciados Lakers que ahora lo recuperan tras este tropiezo texano… aunque por la mínima. Los angelinos deben cambiar el paso y no resbalar más, aunque no lo tendrán fácil, con un calendario de aúpa. Se miden con cuatro equipos con un balance superior al 50% de victorias: Utah, Denver en dos ocasiones, Phoenix y Golden State. Además, de un rival directo como Nueva Orleans. Solo Oklahoma parece sencillo. Veremos.
Los Suns llegan a las 62 victorias, igualando su récord histórico
Con nueve victorias seguidas y encumbrados sin duda como el mejor equipo de la temporada regular, los Phoenix Suns derrotaron a domicilio a unos Golden State Warriors en crisis y que cayeron al cuarto puesto del Oeste en beneficio de los Dallas Mavericks de Luka Doncic (103-107).
En un final muy igualado, Chris Paul metió 8 de sus 15 puntos en los últimos cuatro minutos para hacer inútil el partidazo de Jordan Poole en los Warriors (38 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias).
Frente a la frialdad de Paul, los Warriors pecaron de inocencia en el desenlace: Draymond Green cometió pasos a falta de 31 segundos y Jordan Poole tiró un triple desde el medio campo cuando todavía quedaban 4 segundos.
Esta dolorosa derrota es la cuarta seguida para unos Warriors deprimidos y que han caído en siete de sus últimos ocho partidos.
Esta mala racha coincide con los siete encuentros que Stephen Curry no ha jugado por lesión y les lleva a la cuarta plaza del Oeste al perder el desempate con los Mavericks (ambos con 48-29).
El conjunto local perdió 21 balones y sufrió además la triste velada de Klay Thompson (13 puntos con 5 de 21 en tiros).
Por parte de estos Suns estratosféricos, Devin Booker (22 puntos con 5 de 21 en tiros) y Mikal Bridges (22 puntos y 7 rebotes) fueron los máximos anotadores.
A falta de seis partidos antes de los playoff, los Suns ya llevan 62 victorias con las que han igualado el mejor registro en toda su historia.
DE MÁS A MENOS
Los Warriors saltaron con tanta intensidad a la pista que se pasaron de revoluciones.
El equipo de Steve Kerr acumuló 7 pérdidas en el primer cuarto y los Suns se aprovecharon pronto de ello con un ataque muy fluido (2-12 con 8.22).
Devin Booker y Mikal Bridges no dejaban de martillear el aro local, pero la gran reacción de los Warriors llegó de la mano de Jordan Poole, fantástico en el primer parcial con 15 puntos y clave para que su equipo le diera la vuelta al marcador antes del segundo cuarto (32-29).
El partido entró entonces en una fase más lenta, de poca precisión y de dominio de las defensas (36-36 con 6.33 para el descanso).
Bridges fue de los pocos que se salvaron en un segundo cuarto espeso (48-50) y con el que Klay Thompson se marchó al vestuario tras una mala primera mitad (4 puntos con 2 de 10 en tiros).
Los Suns fueron en la primera mitad un desastre en el perímetro (4 de 21 en triples) mientras que los Warriors también tuvieron motivos para llorar con sus 14 pérdidas de balón.
DECIDE PAUL
Poole siguió alimentando el ataque de los Warriors en la reanudación, pero su equipo, superior a los Suns tras el descanso, andaba demasiado ocupado protestando a los árbitros como para marcharse en el marcador (68-61 con 5.37 en el reloj).
Lo que sí había cambiado totalmente era la energía de los Warriors, mucho más metidos en el encuentro y que se vieron empujados por un Draymond Green que tuvo sus más y sus menos con otro jugador de sangre caliente como Jae Crowder.
Sin embargo, Booker, muy fallón durante la noche, asumió la resistencia de los Suns y lideró un contundente parcial de 7-16 para llegar al cuarto decisivo por delante (75-77).
Landry Shamet en los Suns y Andrew Wiggins en los Warriors aportaron frescura en sus respectivos equipos sin que el resultado cambiara demasiado (88-88 con 6.50 para el final).
Poole intentaba lanzar a los suyos, pero se encontraba muy solo ante el profundo catálogo de recursos ofensivos de los Suns (93-96 a falta de 2.59).
En la recta final, Chris Paul, un seguro de vida en esos ambientes de nervios, dio un paso al frente mientras que Green y Poole se enredaron en errores que acabaron condenando a los Warriors.