El manager Tony La Russa visitó a los White Sox el domingo, como estaba planeado, pero dijo que no estaba seguro si podrá retomar sus labores de piloto esta temporada.
“Yo pienso que dependerá en gran medida de los expertos”, dijo La Russa. “No hay nada seguro”.
El dirigente de Chicago, quien había estado alejado del equipo por casi dos semanas por un problema médico, viajó a Oakland para participar en la ceremonia de retiro por parte de los Atléticos del número de Dave Stewart, a quien La Russa dirigió en Oakland de 1986 a 1992 y también en 1995. La Russa estaba de buen ánimo y dijo que se sentía bien, pero añadió que no ha recibido luz verde para volver al dugout.
La Russa dejó a los White Sox el 30 de agosto cuando el equipo anunció que no iba a dirigir esa noche ante los Reales para poder someterse a más exámenes médicos. Luego de ser evaluado en profundidad al día siguiente, el equipo anunció que La Russa estaría fuera por tiempo indefinido.
La Russa no dijo nada sobre qué le pasa exactamente, aunque Janie McCauley de The Associated Press reportó que le colocaron un marcapasos para tratar un problema del corazón. La Russa dijo que lidió con un problema similar durante el Spring Training.
“La salud no es algo con lo que uno quiere jugar”, dijo La Russa. “Vieron que era y lo arreglaron. Ahora sólo es cuestión de recuperar la fortaleza”.
Antes de comenzar la jornada del domingo, los White Sox tenía récord de 9-3 durante la ausencia de La Russa y se han metido nuevamente en la pelea bajo la guía del manager interino, el venezolano Miguel Cairo.
Aunque La Russa ya tiene permiso de los médicos para viajar, no está seguro de que estará en todos los juegos de los White Sox mientras se recupera, insistiendo en que no quiere ser una distracción mientras el club batalla por llegar a la postemporada. Pero también podría haber un elemento de superstición en juego.
“Si perdemos (el domingo), yo no me voy a montar en el avión”, dijo La Russa. “¿Creen que estoy bromeando? Me busco un carro y me voy manejando lentamente”.