Para Jasson Domínguez, el sábado fue un día para el recuerdo, con altibajos y un final muy feliz.
Unas pocas horas después de enterarse de que había sido ascendido de Clase-A Tampa a Clase-A Alta Hudson Valley, el dominicano de 19 años de edad borró lo que pudo haber sido un gran bajón en el Juego de las Futuras Estrellas—un elevado que dejó caer y que se convirtió en un error de dos carreras—con un enorme jonrón de dos vueltas en la entrada siguiente para empatar el partido a tres, en lo que al final fue una victoria de la Liga Americana por 6-4 sobre la Liga Nacional en el Dodger Stadium.
“Voy a recordar este día”, dijo Domínguez después del juego.
Participando en su segundo Juego de las Futuras Estrellas seguido, Domínguez afirmó que se iba a sentir más cómodo en esta ocasión, y así fue. Ahora, tras firmar por US$5.1 millones en el 2019 a los 16 años y poner número sólidos en Clase-A Tampa, el oriundo de Esperanza impresionó a todos al dejar atrás el error y dar un batazo de 415 pies que salió de su bate a 107.8 millas por hora ante el zurdo prospecto de los Gigantes, Kyle Harrison.
“Ese muchacho tiene poder”, dijo el manager de la Liga Americana para el Juego de las Futuras Estrellas, el ex ligamayorista Jimmy Rollins. “Recompensó ese error. Eso demuestra una gran fortitud. Tuvo una oportunidad de recompensarlo yo hizo. Los Yankees tienen algo bien bueno para anticipar”.
El compatriota de Domínguez y probablemente futuro miembro del Salón de la Fama, Adrián Beltré, también quedó impresionado con lo hecho por el jardinero central y bateador ambidextro.
“Eso demuestra mucha madurez”, dijo Beltré, autor de 477 cuadrangulares en una carrera de 21 temporadas en las Mayores. “Eso es un error que le pasa a cualquiera. Dejar eso en el pasado y hacer lo que hizo en el plato demuestra el talento que tiene y sus posibilidades de ser un gran pelotero en Grandes Ligas.
“Es joven, pero tiene un futuro increíble”.
Domínguez jugó entre bateadores que le llevaban un promedio de más de dos años de edad en la Liga Estatal de la Florida, algo que debe de ser más marcado ahora en la Liga del Sur del Atlántico tras la pausa del Juego de Estrellas a nivel de liga menor. Tras un lento comienzo del 2022, el quisqueyano mejoró su línea en Clase-A a .265/.373/.440 en 75 partidos con los Tarpons, con 17 dobles, nueve jonrones y 36 empujadas en 324 visitas al plato. También robó 19 bases en 24 intentos.
A nivel de Clase-A, el prospecto número 3 de los Yankees y el número 39 en la lista general de MLB Pipeline mejoró algo su tasa de ponches del 31.3% al 27.6%, en comparación con el año pasado. También, su tasa de bases por bolas del 14.3% (comparada con la del 9.8% en el 2021) evitó que su porcentaje de embasarse se hundiera demasiado al principio de la campaña, además de contribuir a su OPS general de .813 en la temporada.