La XXX audiencia solemne en la que 1,286 abogados y abogadas prestaron juramento frente al Pleno de la Suprema Corte, rindió homenaje a destacados juristas que, en el ejercicio de su profesión, arriesgaron sus vidas defendiendo ante los tribunales los derechos de hombres y mujeres que luchaban por la democracia durante las dictaduras.
Los homenajeados fueron Julio Aníbal Suárez, Abel Rodríguez Del Orbe y Ramón Antonio (Negro) Veras, y de manera póstuma Rafael Valera Benítez, Virgilio Bello Rosa, Abraham Bautista, Orlando Rodríguez, Salvador Jorge Blanco, Julio Ibarra Ríos, Manolo Medrano, Sofía Sánchez Baret, Hilda Gautreaux y Héctor Cabral Ortega, así como otros togados que defendieron con la misma gallardía los derechos de los presos políticos en épocas sombrías de tiranía.
Durante la juramentación de 519 abogados y 767 abogadas, realizada de forma presencial y virtual, Henry Molina recordó que esos defensores de presos políticos enfrentaron amenazas, persecución y violencia en defensa de la justicia y los derechos humanos.
“Con este homenaje a estos comprometidos defensores y defensoras de presos políticos, no solo honramos el papel que tuvieron en nuestra historia, sino que ponderamos su legado en nuestro trabajo diario. Y al reconocer su contribución a la construcción de una sociedad más justa y democrática, estamos también haciendo un llamado al Estado dominicano y a toda la sociedad a preservar esas garantías, que son el corazón de nuestro Estado Social y Democrático de Derecho”, afirmó en su discurso el presidente de la Suprema Corte de Justicia, magistrado Henry Molina.
Solicitó “a todos los actores del sistema de justicia, del Estado y a la sociedad en su conjunto, que abordemos juntos esta labor de los jueces, a veces solitaria pero siempre irrenunciable, de preservar los principios y garantías, así como la imparcialidad”.
Asimismo, aseguró que es tarea de todos abordar las necesidades de optimización del sistema penal, dirigiendo la mirada a las causas reales del problema.
“Debemos lograr un sistema de justicia más humano y, sobre todo, capaz de llevar a cabo su función esencial de reintegrar a las personas a la convivencia”, dijo el juez presidente.
Agregó que “es necesario reforzar y mejorar el sistema, para lograr condenas efectivas, en el marco del debido proceso y con el respeto a los derechos y garantías constitucionales”.
Abogó también por “aumentar el número de casos que se resuelven acordando la sanción penal sin llegar a juicio de fondo. Así ocurre en la mayoría de los países con sistemas de Justicia funcionales, donde la condena se decide en tiempo oportuno, con eficiencia y eficacia” afirmó el juez presidente.
Indicó igualmente que la justicia tiene el llamado constitucional de ser árbitro de los conflictos entre particulares, y de los particulares con la sociedad representada, pero esa labor es solo posible si las reglas son iguales para todos y todas.
“Rindamos homenaje a estos valientes defensores y defensoras de presos políticos. Honremos su legado y reconozcamos su contribución a la construcción de una sociedad más justa y democrática. Sigamos luchando por un Derecho basado en las garantías personales, en el respeto a los derechos humanos y en la promoción de la justicia para todas y todos”, aconsejó el magistrado Molina.
El magistrado exhortó a los juramentados a ejercer su rol con la misma entrega, compromiso y dignidad con que cada uno de esos juristas lo hicieron en su trayectoria profesional, “pues cada uno de ellos es una roca con la que reforzamos ese pilar que es el Estado de derecho”.
“Como nuevas abogadas y abogados, sin duda comprobarán en los próximos meses y años el valor trascendente que tiene defender la justicia cliente a cliente, caso a caso, sentencia a sentencia, concluyó el Magistrado presidente.
Durante la audiencia solemne representantes del Ministerio Público y la Defensa Pública presentaron calidades ante el Pleno de la SCJ en presencia de los familiares de los homenajeados que se dieron cita a la actividad.