La Comunidad Internacional ha pedido ayer martes una tregua en Haití que permita la distribución de los combustibles y bienes necesarios, ante la crisis humanitaria que sufre el país tras el bloqueo por parte de grupos armados a la principal terminal petrolera.
El embajador de Canadá en Haití, Sébastien Carrière, ha informado de que los representantes en el país centroamericano de once países y varias organizaciones internacionales han pedido conjuntamente una tregua en el país.
«Los embajadores y representantes en Haití de Alemania, Brasil, Canadá, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Japón, México, Suiza, Taiwán, la Unión Europea, Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos están muy preocupados por el bloqueo de la terminal de Varreux, así como su impacto humanitario, en particular en el marco del recrudecimiento del cólera», ha anunciado Carrière.
«Pedimos una tregua humanitaria inmediata que permita la salida de combustible para las necesidades urgentes», ha agregado el diplomático en un mensaje en la red social Twitter.
De la misma forma se han expresado la OEA y el embajador de Francia en el país, Fabrice Mauriès a través de la misma red social.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó este verano el agravamiento de la situación de inseguridad estructural en Haití, en particular los conflictos y actos de violencia armada que afectan a los barrios populares de la capital, Puerto Príncipe.
Así, hizo hincapié en que «las acciones de las bandas armadas han paralizado el popular barrio, que cuenta con más de 300.000 habitantes, y han impedido el acceso a los servicios públicos y a las actividades esenciales y de emergencia en la zona, además de afectar al funcionamiento del puerto de Varreux, que es el punto de acceso de mercancías y ayuda humanitaria en el país».
En los últimos días, Haití está sufriendo un nuevo brote de cólera, tras confirmar el fin de semana pasado dos casos en el área metropolitana de Puerto Príncipe. Las autoridades comenzaron a rastrear a potenciales enfermos, tras notificar varios casos sospechosos, entre los que hay al menos siete fallecidos.
Tanto el Ministerio de Sanidad como la ONU han exhortado a la población a ponerse en contacto con un médico si detecta síntomas compatibles de una enfermedad que se manifiesta especialmente mediante una diarrea acuosa y que deriva principalmente de contextos de insalubridad, del consumo de agua o alimentos contaminados.
La oficina de la ONU en Haití vigila «activamente» la evolución de la situación y ha instado a todos los ciudadanos a permanecer «vigilantes» y adoptar protocolos que prevengan la expansión de la enfermedad, por ejemplo lavándose las manos, hirviendo el agua, protegiendo los alimentos del contacto con animales o utilizando letrinas.