Las bandas criminales de Haití, que controlan la mayor parte de la capital, Puerto Príncipe, utilizan la agresión sexual para aterrorizar a la población y consolidar su poder territorial, alertó la ONU en un informe publicado el viernes.
Más de media docena de bandas armadas libran guerras territoriales en este país caribeño, pero los enfrentamientos en la capital son particularmente intensos, lo que hace que los desplazamientos sean peligrosos y que los hospitales apenas funcionen.
«Las pandillas usan la violencia sexual para infundir miedo y el número de casos aumenta cada día de manera alarmante», dijo Nada Al-Nashif, alta comisionada interina de la ONU para los derechos humanos.
El informe menciona violaciones colectivas de niños de hasta 10 años y ancianas, a menudo ante miembros de la familia horrorizados.
Las bandas armadas utilizan las violaciones para «castigar, subyugar e infligir dolor» a los haitianos y como herramienta coercitiva para forzar la cooperación, apunta el texto.
En el último año, «la violencia de las pandillas se ha disparado fuera de control» en las ciudades de Haití, dice el informe, y señala que el 60% de Puerto Príncipe puede estar ahora bajo territorio controlado por pandillas, lo que representa al menos 1,5 millones de personas.
El informe, emitido por la oficina de la ONU en Haití y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo que algunas víctimas son secuestradas y sometidas a agresiones «durante varios días o semanas».