La disciplina de taekwondo ha sido el camino para que los hermanos Luisito, Jaime, Cristofer y Bernardo Pie puedan disfrutar de una vida un poco más plena.
Provenientes de estratos humildes, los nativos del barrio Las Flores, en Bayaguana, han tenido que desafiar la pobreza a “patadas limpias”.
“Una de las grandes oportunidades que nos ha dado el deporte es salir del barrio, sobre todo, sin haber dado malos pasos. El taekwondo ha sido el camino para nosotros poder darle un mejor hogar a nuestra madre Marisol y superar algunas carencias”, explica Luisito, el mayor de la dinastía Pie.
“Nuestro desarrollo no fue tan fácil, llegamos a irnos a la escuela sin un peso y llegar a a la casa y no encontrar comida, pero Dios tenía grandes cosas guardadas para nosotros gracias a la disciplina y el esfuerzo que le pusimos al deporte”, refirió el medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
La vida les sonríe
La vida comenzó a darle un giro a los Pie, primeros hermanos en lograr un oro y una plata en un mismo evento de unos Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Veracruz, México, en el año 2014.
“La primera vez que recibí un premio metálico fue 50 mil pesos tras ganar la medalla de plata en los Centroamericanos de Veracruz, mientras que Luisito recibió 100,000, recursos que utilizamos para comenzar a mejorar la vivienda de nuestra madre”, dijo Bernardo al hablar de sus logros.
“La vida nos cambió de repente, poco a poco el estilo fue cambiando, porque antes uno se despertaba y se comía una batata vacía, mientras que actualmente uno puede comerse una pechuguita y otras cosas que antes no podíamos. Hoy mi madre y toda la familia ya no tienen que preocuparse por nosotros y por la casa.
Gracias a Dios la situación familiar ha mejorado mucho porque nosotros aportamos”, acotó el medallista de plata panamericano.
Agregó que esperan seguir trabajando con sabiduría para evitar revivir panorama de hace más de dos décadas.