Las ediciones de ayer miércoles de los diarios europeos reflejan la difícil situación que está creando en las economías de España y Alemania la ola inflacionaria.
La prensa española refiere que la inflación se disparó en marzo dos puntos por encima de su nivel en febrero, ubicándose en 9.8%, la tasa más alta desde mayo de 1985, lo que se atribuye a los aumentos en la energía y los alimentos no elaborados.
La Vanguardia explica, en sus páginas, que este aumento en el índice de inflación complica el pacto de rentas del Gobierno español y apunta que Alemania también está afectada con un alza de 7.3%, que viene a complicar las decisiones del Banco Central Europeo (BCE).
La guerra entre Rusia y Ucrania empuja ola inflacionaria mundial creando preocupación e incertidumbre no solo en las economías del Viejo Mundo, sino en la de todos los países.
Las economías en desarrollo o subdesarrolladas, según indican los analistas son las más vulnerables. Los organismos que miden la pobreza mundial refieren grandes retrocesos.
Energía y alimentos
La inestabilidad en los precios de la energía y los alimentos crea un importante nerviosismo en los mercados europeos que se reflejan en los países latinoamericanos.