Elon Musk sembró dudas sobre su deseo de comprar Twitter.
El viernes anunció que suspendía provisionalmente su adquisición, a la espera de detalles sobre la proporción de cuentas falsas en la plataforma.
Pero luego afirmó que seguía comprometido con completar la operación.
Tras sus declaraciones la acción de Twitter se desplomó más de 20% en la apertura de Wall Street.
Los analistas creen que los inversores pueden interpretar el tuit como un intento de Musk de retirarse del acuerdo o de tratar de forzar un precio más bajo.
Musk, el hombre más rico del mundo, ha puesto la erradicación de cuentas falsas y transparencia de los usuarios como cuestiones centrales para realizar la compra, por la que ofreció 44.000 millones de dólares.
Las cifras sobre el número de usuarios se consideran vitales para evaluar las futuras fuentes de ingresos.
El viernes Musk publicó un artículo del 2 de mayo en el que se hace referencia a la última presentación de Twitter ante los recaudadores estadounidenses.
En él se detalla que tras una revisión interna la red social tenía 229 millones de usuarios activos diarios monetizables en el primer trimestre de este año, y que sólo el 5% se consideraban falsas o spam.