El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, comanda este viernes una cumbre climática virtual con las principales economías, en un momento en que la invasión rusa de Ucrania pone de manifiesto la dependencia del planeta de los combustibles fósiles.
Es la tercera convocatoria de Biden del Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima desde que asumió el cargo en 2021 con la promesa de convertir a Estados Unidos en líder mundial en el intento de frenar el calentamiento global.
“Esta reunión del MEF es la continuación de los esfuerzos del presidente para utilizar todas las palancas para hacer frente a la crisis climática mundial, abordar urgentemente el aumento de los costos en todo el mundo exacerbado por la guerra de Rusia contra Ucrania, y poner a Estados Unidos y a sus aliados en un camino hacia la seguridad energética y alimentaria a largo plazo”, dijo la Casa Blanca.
Un alto funcionario de la administración Biden aseguró que 23 países estarían representados en la videoconferencia, en nombre de la mayoría de las principales economías del mundo.
En la sesión anterior, en septiembre de 2021, Biden y la Unión Europea anunciaron un compromiso para reducir las emisiones de metano, uno de los gases que provoca el calentamiento global.
Este compromiso se lanzó formalmente en la cumbre climática de la ONU COP26, celebrada en Glasgow, y ya cuenta con la firma de más de 100 países.
La reunión del viernes será el mayor encuentro a nivel de líderes antes de la COP27, la cumbre de seguimiento, que se celebrará en Egipto en noviembre.
Rusia no estará en la cumbre del viernes, lo que pone de manifiesto que las barreras diplomáticas dificultan la cooperación internacional en la lucha contra el cambio climático.
China sólo estará representada a nivel de su enviado para el clima, en lugar del presidente Xi Jinping, según informó la Casa Blanca. E India tampoco está en la lista oficial de asistentes.
El fantasma de la inflación
Para Biden, su impulso para frenar el consumo de combustibles fósiles llega también en un momento de complicaciones políticas internas.
Las sanciones occidentales contra Rusia, uno de los principales productores de energía del mundo, han contribuido a elevar drásticamente el coste de los combustibles en Europa y Estados Unidos, lo que ha disparado la inflación en general.
Ante la posibilidad de que su partido demócrata sea derrotado en las elecciones legislativas de noviembre, Biden se esfuerza por fomentar el aumento de la producción nacional de petróleo y en julio realizará su primer viaje como presidente a otro exportador de energía clave, Arabia Saudita.
El alto funcionario, que habló con periodistas bajo condición de anonimato, dijo que esta crisis es una llamada de atención para aumentar los esfuerzos para dejar atrás el petróleo y el gas natural.
Ha llegado la hora “de redoblar los esfuerzos para acelerar nuestras acciones en la descarbonización del transporte y otros sectores, buscando la eficiencia de los fertilizantes y en muchos de nuestros objetivos que proporcionan una mayor seguridad energética”, dijo el funcionario.
Este es “un momento importante para redoblar la apuesta en todas estas áreas que proporcionan una mayor eficiencia y subrayar la importancia de la energía limpia y renovable en lugar de los sistemas energéticos globales que dependen de los mercados de combustibles fósiles”, dijo el funcionario.