El Centro Bahía de Manzanillo para el Desarrollo Regional (Cebamder), solicitó al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, reformular y aplicar el plan de manejo del Parque Nacional Manglares Estero Balsas.
En ese orden, el Cebamder precisó que el plan permitirá protege los manglares, humedales y las playas desde la desembocadura del río Yaque del Norte hasta la Bahía de Manzanillo, así como la biodiversidad natural, los procesos ecológicos y los servicios ecosistémicos asociados a los mismos.
El presidente del Cebander, Frank Valenzuela, afirmó que en el área del Parque Nacional Manglares de Estero Balsa se pueden diferenciar seis ecosistemas naturales: Playas, manglares, cuerpo de agua, praderas marinas, salados/saladares/salitrales, bosque y matorral seco.
Destacó que los manglares del parque ocupan una porción sobresaliente del Parque (60.16%) y se encuentran en el borde costero desde la desembocadura del Rio Yaque del Norte y sus proximidades hasta las inmediaciones de la comunidad de Pepillo Salcedo.
Destacó que el parque alberga la representación de uno de los manglares más desarrollados de toda República Dominicana.
Valenzuela señaló que la mayor degradación de estos objetos de conservación y ambientes naturales del Parque son: especies sometidas a sobrepesca y cacería, sobretodo la pesca ilegal de haitianos que intervienen en el espacio y el uso de chinchorros de arrastres, contaminación de las aguas del manglar y el medio marino por derrames de sustancias provenientes de las operaciones del Puerto de Manzanillo.
Indicó, además, que la perturbación de la vegetación por uso agrícola, presión social hacia el área del Parque debido a la expansión urbana descontrolada.
Reveló que el plan de manejo que había sido diseñado tenía el propósito de aminorar, detener y/o superar estas amenazas, presiones sociales y limitaciones de gestión con la finalidad trazar lineamientos técnicos y normativos para la conservación y el uso sostenible del Parque y sus recursos.
Aseguró, en ese sentido, el plan de manejo está formulado para una vigencia de cinco (5) años y una revisión y adecuación a partir del quinto año de ejecución.
Como objetivos estratégicos, el plan de manejo procuraba los siguientes:
Establecer y aplicar un marco institucional, regulatorio y calidad de gobernanza que favorezca el manejo efectivo del Parque.
Desarrollar un nivel de empoderamiento local que se refleje en un comportamiento responsable de los usuarios de los recursos y del público en general relacionados al Parque.
Detener la degradación de hábitats y recursos del Parque, promoviendo una adecuada armonía social con los usuarios del área protegida.
Generar nuevos datos como base del manejo adaptativo del Parque.
Asegurar la disponibilidad de los recursos financieros requeridos para el manejo del Parque.
Asimismo, el plan de manejo contiene lineamientos generales de gestión para todo el parque, así como una zonificación de usos, con directrices específicas para cada una de las zonas en cuestión.
Destacó que para la ejecución del plan se contemplaba la formalización institucional de un comité de seguimiento, el cual vele por la evaluación y monitoreo de las acciones a ser llevadas a cabo y por el logro de los resultados previstos.