Nadie siguió tanto a Shohei Ohtani en Japón como Hideki Kuriyama, quien lo dirigió durante cinco temporadas con los Nippon Fighters entre el 2013 y 2017.
Kuriyama, quien además es manager de la selección japonesa de béisbol, visitó el viernes el Angel Stadium y dijo que se reunirá con Ohtani para conversar sobre el Clásico Mundial del 2023. Kuriyama dijo que Ohtani no ha decidido oficialmente si participará o no en el evento, sin embargo, no escondió su emoción de ver al japonés triunfar en las Mayores en los últimos años.
“Lo tuve durante cinco años como manager. Para mí, es más que un alivio ver el éxito que ha tenido”, expresó Kuriyama. “Más que un alivio es un sentimiento de felicidad y satisfacción. Creo que cuando cuelgue los ganchos estará feliz de todo lo que logró”.
Kuriyama dijo que tuvo que lidiar con la presión de dirigir a Ohtani, debido a las expectativas que conlleva contar con un jugador que pueda lanzar y batear. Sin embargo, Ohtani excedió todas las expectativas posibles, siendo convocado a cinco Juegos de Estrellas en Japón y ayudando a los Fighters a ganar el título en el 2016. Por esa razón, Kuriyama no está sorprendido por el éxito de Ohtani en Grandes Ligas, que incluye el Premio de Novato del Año de la Liga Americana del 2018, el Jugador Más Valioso de la L.A. del 2021 y el hecho de ser convocado al Juego de Estrellas como bateador y lanzador en el 2021 y 2022.
“No me sorprende”, dijo Kuriyama. “Básicamente hizo todo lo que le pedí que hiciera en Japón. Si le ponía un techo, él lo alcanzaba y lo superaba. Estoy seguro de que continuará logrando cosas mayores”.
Ohtani está terminando una impresionante semana, en la que se unió a un grupo élite, gracias en parte a lo hecho el martes ante los Atléticos.
Lanzó seis tramos en blanco y cosechó su décima victoria del año, convirtiéndose así en apenas el segundo jugador en la historia de las Ligas Americana y Nacional en ganar al menos 10 juegos y empalmar 10 o más jonrones en un año. Se unió al miembro del Salón de la Fama, Babe Ruth, quien lo logró en 1918.
Ohtani también empalmó un jonrón que sirvió para desplazar a Ichiro Suzuki como el segundo japonés con más cuadrangulares en la historia de Grandes Ligas con 118. Hideki Matsui está en el primer lugar con 175.
“Intentas no dar por sentado lo que ves días tras día, pero es genial ser parte de esto”, dijo el manager interino de los Angelinos, Phil Nevin. “Es un gran compañero. No nos tomamos esas cosas a la ligera. Ciertamente es bueno ser parte de esto”.
Alcanzar 10 victorias fue un hito importante para Ohtani, teniendo en cuenta que el renglón de triunfos sigue siendo de gran importancia para los aficionados japoneses. Ohtani dejó marca de 9-2 el año pasado, quedándose a apenas un lauro del número. Además, impuso un tope personal con 157 abanicados en 111 innings, luego de ponchar a 156 en 130.1 tramos el año pasado. Ahora, Ohtani ha superado los 1,000 ponches de por vida, entre Japón (624) y Grandes Ligas (379).
Pero para Ohtani lo más importante es poder terminar la temporada fuerte y en salud.
“Sólo estoy enfocado en disputar la mayor cantidad de juegos posibles”, expresó el cañonero. “Estoy yendo un juego a la vez e intentando continuar en salud”.
Pero Ohtani admitió sentirse honrado de superar a Ichiro, a quien ha visto como un ídolo desde su infancia en Japón. Ahora, se ha visto constantemente con él durante las series entre los Marineros y Angelinos.
“Obviamente, somos dos tipos de jugadores diferentes”, señaló Ohtani, “pero siempre me sentiré honrado y privilegiado de pasar a Ichiro en cualquier lista”.