El alcalde de Nueva York, Eric Adams, declaró este viernes el estado de emergencia para responder a la llegada durante los últimos meses de miles de inmigrantes y demandantes de asilo, muchos de ellos enviados en autobuses por las autoridades del estado de Texas.
Adams explicó que la ciudad espera gastar este año al menos 1.000 millones de dólares para ayudar a estas personas y que su sistema de albergues está prácticamente lleno, por lo que pidió ayuda urgente a los Gobiernos federal y estatal.
Según el alcalde, desde el pasado abril más de 17.000 demandantes de asilo, en su mayoría suramericanos, han sido enviados en autobuses a Nueva York desde la frontera sur de Estados Unidos.