El español Carlos Sainz (Ferrari) arrancará primero este domingo en el Gran Premio de Gran Bretaña, el décimo del Mundial de Fórmula Uno, que se disputa en el circuito de Silverstone (Inglaterra).
Sainz firmó la primera ‘pole’ de su carrera al dominar la lluviosa calificación de este sábado, en la que, en su mejor vuelta, cubrió, con el neumático intermedio, los 5.891 metros de la mítica pista inglesa en un minuto, 40 segundos y 983 milésimas, 72 menos que el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), último campeón del mundo y líder del Mundial; que arrancará a su lado en la primera fila, en una carrera en la que los compañeros de éstos, el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) y ‘Checo’ Pérez, cuarto en la cronometrada principal, lo harán desde la segunda.
Alonso saldrá séptimo, desde la cuarta hilera, al lado del inglés George Russell (Mercedes) -octavo este sábado- y por detrás de dos compatriotas de éste, su compañero el siete veces campeón mundial Lewis Hamilton -quinto- y Lando Norris (McLaren), que afrontarán la prueba desde la tercera fila.
Desde la quinta lo harán el chino Guanyu Zhou (Alfa Romeo) y el canadiense Nicholas Latifi (Williams), que por primera vez en su trayectoria en la F1 alcanzó la tercera ronda (Q3) de la calificación.
La décima carrera del Mundial está prevista a 52 vueltas, para completar un recorrido de 306,2 kilómetros
«Gracias a todo el público, gracias por estar aquí bajo esta lluvia», declaró Sainz, de 27 años, nada más bajarse del coche en Silverstone, donde completará su Gran Premio número 150 en la categoría reina. «Ha sido una buena vuelta, pero tuve algún que otro problema con el agua, que hacía fácil que el coche coleteara», añadió el talentoso piloto madrileño, que lleva once podios en la F1 y que este domingo buscará su primer triunfo en la división de honor del automovilismo.
«Tampoco era fácil conseguir la temperatura idónea de los neumáticos intermedios», apuntó Sainz, que el viernes había marcado el mejor tiempo de los entrenamientos libres y que este sábado recibió el trofeo que acredita al ‘poleman’ del Gran Premio -un neumático- de manos del mítico inglés Nigel Mansell, campeón del mundo en 1992, que le autografió la citada rueda.
«La vuelta no pensaba que hubiese sido tan especial, por eso me pillo de sorpresa, la verdad», comentó el español de Ferrari, que viene de acabar segundo en Canadá y que este domingo buscará su primer triunfo en la categoría reina en el circuito que albergó la primera carrera de la historia de la F1, en 1950.
«El ritmo ha estado ahí durante todo el fin de semana, excepto en el tercer entrenamiento libre», declaró Sainz, quinto en el Mundial, con 102 puntos, 73 menos que el líder, el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), que arrancará a su lado desde la primera fila de la parrilla.