A comienzos de temporada, el derecho Sandy Alcántara fijó su objetivo en el Cy Young. Ahora, más de cuatro meses después, el dominicano parece encaminado a lograrlo, convirtiéndose posiblemente en el primer dominicano en llevarse el galardón desde que Bartolo Colón lo consiguió en el 2005 y en apenas el tercer lanzador de su país en ser reconocido con dicho reconocimiento — Pedro Martínez lo ganó tres veces (1997, 1999 y 2000).
Sin embargo, si bien la brillante temporada de Alcántara pudo haber tomado a muchos por sorpresa, lo cierto es que el despegue del oriundo de Azua es producto de la consistencia que ha tenido en los últimos años.
El “secreto” del éxito del monticular ha sido alimentar el constante desarrollo de su carrera con salud y la capacidad de mantenerse largo en los juegos.
“Me siento bien. Siempre que uno está en salud, debe sentirse bien”, señaló el as de los Marlins, que lidera las Mayores en innings lanzados, con una ventaja de casi 20 entradas más que su más cercano perseguidor. “Esa la meta. Seguir positivo y trabajando. La consistencia ha estado ahí. He podido salir al terreno [constantemente] para dar lo mejor de mí. No he cambiado mucho. Sólamente hacer lo mismo de siempre”.
Luego de llegar a Miami en diciembre del 2017 proveniente de los Cardenales, como parte del cambio que llevó al dominicano Marcell Ozuna a San Luis, Alcántara ha visto un ascenso progresivo en virtualmente todos sus números, hasta llegar el nivel que ha mostrado en el 2022, y que lo ubica en la trayectoria del Cy Young de la Liga Nacional.
Hay un par de renglones que han llevado al dominicano a otro nivel.
Primero, el dominicano se las ha ingeniado para reducir el daño de los batazos vuelta completa ubicándose entre los líderes entre los abridores calificados, con apenas 10 jonrones permitidos. Eso, en parte gracias a una proporción de 6.6% jonrones por elevado, reduciendo a la mitad el 13.3% que había dejado el año pasado.
Sin embargo, la durabilidad es lo que ha llevado a Alcántara a un nivel de Cy Young. El quisqueyano lidera las Mayores con cuatro juegos completos a lo largo de las 26 aperturas que tiene en el 2022. Antes de esta temporada, el monticular había cubierto la ruta tres veces en un total de 78 salidas.
Además, ese es el número que parece enorgullecer más al dominicano.
“Para eso me pagan”, expresó el monticular que cumplirá 27 años el próximo 7 de septiembre. “Para eso me preparé en el Spring Trainning, para que [lanzar] 100, 120 pitcheos no me afecte. Esa preparación fue muy importante”.
Mentalidad de la “vieja escuela”
En un béisbol moderno, en el que las métricas parecen ir desplazando las estadísticas convencionales con el pasar de los días, Alcántara parece contar con el perfil de lanzadores de décadas pasadas.
El renglón de las victorias, que ha perdido peso en los últimos años a la hora de evaluar el desempeño de los lanzadores, continúa siendo un número de peso para el dominicano, que entiende que, mientras más tiempo pase en el terreno, más opciones tendrá su equipo de ganar.. y él de poder sumar dicha victoria.
“Es algo que me conviene a mí y al equipo”, señaló. “Le doy la ventaja al club de ganar juegos, [y al mismo tiempo] yo también los gano. Para éso estamos aquí”.
No por nada Alcántara se ubica como líder en Grandes Ligas en Probabilidad Añadida de Triunfos, además de sumar la cuarta mayor cantidad de victorias (12) en las Mayores, pese a estar en un equipo que está igualado con la séptima menor cantidad de victorias en el año.
Los triunfos de Alcántara representan casi el 13% de las victorias totales de Miami en lo que va de año, a pesar de contar con una efectividad de 1.81 en los ocho juegos que ha salido sin decisión en el año, permitiendo 11 carreras limpias en un total de 54.2 tramos.
Teniendo en cuenta además que el monticular exhibe un promedio de carreras limpias de 1.03 en los partidos en los que recibe dos carreras o menos de respaldo por parte de la ofensiva de los Marlins.
A pesar de todo, Alcántara parece estar llenando todas las casillas de las estadísticas modernas y convencionales, de cara a una de las mejores temporadas para un lanzador latino en los últimos años – sería el primer latinoamericano en ganar el Cy Young desde que el venezolano Félix Hernández lo logró en el 2010.