Las temperaturas en el Reino Unido bajaron este miércoles después de superar por primera vez ayer martes los 40 grados por la ola de calor, que provocó algunos incendios forestales y dejó a 16 bomberos heridos a causa de las llamas.
El país amaneció hoy con temperaturas de entre 23 y 25 grados, más normales para esta época del año, mientras que los bomberos trabajaron la pasada noche para controlar fuegos, especialmente el declarado en la localidad de Wennington, en el este de Londres.
Varias viviendas, doce establos y cinco vehículos quedaron destruidos por el fuego en Wennington, una zona donde hay granjas, pero las llamas quedaron controladas la pasada noche.
La Brigada de Incendio de Londres declaró el martes “incidente grave” en la capital tras recibir numerosas llamadas de emergencia por fuego en distintos puntos de la ciudad.
El asistente de la Brigada de bomberos de Londres (LSB, en inglés), Jonathan Smith, dijo hoy a los medios que dos de los 16 bomberos heridos tuvieron que ser hospitalizados.
“Declaramos un incidente grave en Londres sobre las 2 de la tarde (13.00 GMT) de ayer porque estábamos recibiendo un significativo número de llamadas. Creo que desde las ocho de la mañana (07.00 GMT) de ayer recibimos unas 2.600 llamadas de emergencia y respondimos más de 1.000 llamadas por incendio, la mayoría relacionadas con la ola de calor que estábamos experimentando”, agregó Smith.
“Las condiciones en las que nuestros bomberos estaban operando no tenían precedentes”, subrayó.
Las autoridades británicas han pedido a la población que no haga barbacoas en la campiña debido a que los pastos están muy secos después de más de un mes sin lluvias.
También se declararon incendios, aunque de menor magnitud, en los condados ingleses de Leicestershire, Hertfordshire, Suffolk, Norfolk, Lincolnshire y Yorkshire, según las autoridades.
La ola de calor tuvo, además, un impacto en los servicios ferroviarios, con numerosas cancelaciones, especialmente en las líneas que comunican Londres con el norte de Inglaterra y Escocia.
Hasta el lunes, el último récord que había registrado el país fue en Cambridge en 2019, cuando el termómetro marcó 38,7 grados.
El lunes, el aeropuerto británico de Luton, al norte de Londres, se vio obligado a suspender temporalmente los vuelos, tanto de salida como de llegada, por los desperfectos causados sobre una parte de la pista a causa de las altas temperaturas.