Londres se prepara para acoger este lunes en sus calles alrededor de un millón de visitantes con motivo del funeral de la reina Isabel II, lo que ha obligado a las autoridades capitalinas a montar un dispositivo especial de transporte público, como no se recordaba desde los Juegos Olímpicos, informa The Independent.
Según el jefe de Transporte de Londres, Andy Byford, el flujo de visitantes a la capital, que ya aumentó notablemente tras la muerte de la reina británica el pasado 8 de septiembre, “alcanzará su punto álgido” este lunes.
Unos 250 trenes adicionales circularán por todo el país, incluidos algunos trenes nocturnos, en “la mayor operación de transporte público desde los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Londres de 2012”, como la calificó Peter Hendy, presidente de Network Rail, la gestora de infraestructuras de la mayor parte de la red ferroviaria británica.
El aeropuerto de Heathrow anunció que el 15 % de los 1.200 vuelos programados para el lunes serían cancelados o trasladados para que el ruido de aviones no interfiera con la ceremonia fúnebre en la Abadía de Westminster y el servicio de entierro de la reina en el Castillo de Windsor.