Miles de personas recibieron el viernes al rey Carlos III cuando llegó al Palacio de Buckingham en Londres, donde se izó por primera vez el estandarte real en su honor y el nuevo monarca dio un largo paseo saludando a la multitud.
Carlos voló a Londres desde Escocia, tras pasar la noche en el castillo de Balmoral, donde murió su madre Isabel II. Llegó en coche oficial al palacio, donde estrechó la mano de muchos presentes entre gritos de “¡Dios salve al Rey!”. Allí grabará por la tarde su primer mensaje televisivo como monarca.
– Carlos III “tendrá difícil reinar” –
“La amaba. Era la única dirigente digna de ese nombre que quedaba en el país”, lamentaba Paul White, de 48 años, en el metro de Londres con un diario en las manos, monopolizado, como todos, por la muerte de la reina. “Carlos III (…) tendrá difícil reinar después de ella, pero lo apoyaré a él y su familia”, agregó.
Mientras británicos y visitantes se congregaban con flores y fotos frente al Palacio de Buckingham, llegaban homenajes de todas las partes del mundo. La Torre Eiffel apagó sus luces su recuerdo, mientras que el Empire State de Nueva York se iluminó de púrpura y plata.
El presidente estadounidense, Joe Biden, elogió a una “estadista de dignidad y constancia inigualables”. El emperador de Japón, Naruhito, alabó los “muchos logros y contribuciones” de Isabel II.
El presidente ruso, Vladimir Putin, destacó que Isabel II tenía “autoridad” en el mundo, pero no prevé viajar a Londres para el funeral de la reina, precisó el viernes su portavoz.